Reportaje:
La
Depresión y la ansiedad han tenido un gran aumento debido al confinamiento,
esto es gracias al distanciamiento social y el cierre de las escuelas ya que
para muchos jóvenes ha sido muy difícil continuar sus amistades a distancia, ya
sea por desconfianza a las redes sociales o la ausencia de una. La Pandemia del
Covid-19 Ha afecto a los jóvenes mucho más de lo que mucha gente piensa el solo
hecho de estar joven y poder adaptarse no significa que ellos puedan afrontar
la pandemia sin salir perjudicados. Las respuestas psicológicas de los y las adolescentes pueden ser variadas
y similares a las de los adultos:
—
Miedo a enfermar o morir
—
Miedo a sentirse excluido o abandonado por amigos.
—
Miedo a perder a seres queridos e impotencia por no poder protegerlos
—
Sentimientos de impotencia, aburrimiento, soledad y depresión por estar
confinados
La
exposición prolongada al miedo y la incertidumbre puede tener consecuencias
a corto y largo plazo, entre ellas:
—
Depresión, baja autoestima e inseguridad
—
Deterioro de las relaciones sociales
— Desconfianza de la información oficial
—
Riesgo de adicciones y recaídas de pacientes con problemas previos de salud
mental
Un
reciente sondeo realizado por UNICEF muestra que la crisis del COVID-19 ha
tenido un importante impacto en la salud mental de las y los adolescentes y
jóvenes de Latinoamérica y el Caribe.
El sondeo rápido amplificó las voces de 8.444 adolescentes y jóvenes de 13 a 29 años en nueve países y territorios de la región. El reporte da cuenta de los sentimientos que enfrentaron en los primeros meses de respuesta a la pandemia y la situación en el mes de septiembre.
Entre las y los participantes, 27% reportó sentir ansiedad y 15% depresión Para el 30%, la principal razón que influye en sus emociones actuales es la situación económica.
La situación general en los países y sus localidades ha afectado el día a día de las personas jóvenes pues 46% reporta tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba. 36% se siente menos motivada para realizar actividades habituales.
·
Una situación que genera elevada
preocupación y es un llamado a las autoridades de salud nacionales, es que el
73% ha sentido la necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico
y mental. Pese a lo anterior, el 40% no pidió ayuda.
Este valor aumenta a 43% en el caso de
las mujeres. Los centros de salud y hospitales especializados (50%) seguido por
los centros de culto (26%) y servicios en línea (23%) son los principales
mecanismos donde buscarían ayuda en caso de necesitarla.
Artículo de opinión
La mayoría de personas mayores asumen que los adolescentes pueden adaptarse mejor a cada cambio o asumir roles para adultos rápidamente esto es FALSO
A nivel emocional,
causándoles trastornos como depresión, ansiedad y el miedo a socializar.
Este último es uno de los
desafíos principales, ya que los jóvenes han desarrollado un gran miedo a no
poder adaptarse a los cambios o reincorporarse a la vida diaria de “antes” otro
desafío que tendrán que pasar será el afrontarse a una nueva etapa de su vida
que sería la vida laboral, ya que una gran parte de ellos terminó la
bachillerato o la Universidad.
Pese a enfrentar grandes dificultades, muchos adolescentes y jóvenes han encontrado diferentes formas de hacer frente a los nuevos desafíos y manejar sus emociones. Estos son algunas de las fórmulas:
Soluciones o sugerencias desde la fe:
- Reconozca y aborde el temor y el estrés
La adolescencia es una etapa de grandes cambios. Los adolescentes pueden sentirse especialmente abrumados cuando el estrés está asociado a un evento traumático, y lo expresan con una preocupación o tristeza profunda, hábitos de alimentación o patrones de sueño no saludables, problemas de atención y dificultad para concentrarse. Los adultos pueden brindar estabilidad y apoyo para ayudarlos a sobrellevar la situación, además de facilitarles el acceso a ayuda profesional y líneas directas de emergencias, según sea necesario.
- Enseñe y refuerce las medidas preventivas cotidianas
- Ayude a los adolescentes a mantenerse saludables
Enseñe a los adolescentes acerca de la importancia del cuidado de su salud. Involúcrelos en la programación de los chequeos de rutina y consultas de vacunación. Garantice la continuidad de los cuidados de salud mental y ocupacional. Aliéntelos a comer alimentos saludables, beber agua - en vez de bebidas azucaradas – para tener dientes fuertes, hacer actividad física, o aprender algo nuevo. Esto puede ayudarlos a mantenerse sanos y concentrados.
- Ayude a los adolescentes a mantenerse socialmente
conectados
Aliente a los adolescentes a
mantenerse en contacto con familiares y amigos por teléfono, videoconferencias,
medios sociales o incluso a través de los videojuegos. Las escuelas pueden
ofrecer consejos y directrices para ayudar a satisfacer sus necesidades sociales
y emocionales.
- Recursos
Explore los diferentes tipos de recursos disponibles para ayudar a garantizar el bienestar social, emocional y mental de los adultos jóvenes durante el COVID-19 y con posterioridad.
- ¿Qué puede
hacer la Iglesia?
- Dar esperanza y enfrentar el miedo con información precisa y aliento a través de nuestra fe.
- Mantener a la comunidad de adoración y más amplia conectada, si necesario a través de mensajes, teléfono y en línea, en caso de cuarentena e interrupción de relaciones físicas.
- Expresar la compasión y el cuidado de Dios a la gente afectada en nuestras comunidades, recordando que las que ya son más vulnerables serán las más afectadas.
- Como Iglesia, estamos llamadas/os a ser una voz que calma y de tranquilidad, afirmando que Dios está con nosotros.
Respuesta dentro de la Iglesia:
- Poner en un marco claro las medidas de higiene y comportamiento para la prevención de la infección dentro de los servicios religiosos y actividades en general.
- Mantener la vida de adoración y las conexiones parroquiales virtualmente (donde sea posible), a través de diferentes medios, cuando las congregaciones no son capaces de reunirse
- Servicios de transmisión en vivo o grabados para feligreses que se auto aíslan y si se suspenden los servicios.
- Coordinar la atención pastoral y espiritual a los miembros de la iglesia auto-aislados y brindando apoyo a aquellas/os que hacen lo mismo en la comunidad en general, manteniéndose en contacto en línea, por teléfono, radio local, a través de mensajes, etc. Podemos mantener la “distancia física” mientras estamos social y espiritualmente cercanos.
- Apoyar a todas las parroquias para que desarrollen un Plan de Acción para su preparación y respuesta.
- Desarrollar Planes de Continuidad del Ministerio, en caso de que algún clero o oficiales clave de la iglesia estén mal.
- Crear recursos de información pública: cartas, hojas de noticias, videos, páginas web y otros recursos – por ejemplo, sobre precauciones en la adoración, un mensaje espiritual de los líderes de la iglesia, etc.
- Construir esperanza y abordar los temores y emociones de las personas en este momento, utilizando los recursos bíblicos y espirituales. (Ejemplos de estudios bíblicos y oraciones se subirán en breve en este sitio web.)
- Envíe hojas de servicio y oración para que los feligreses puedan unirse en casa a la misma hora todos los días.
Entrevista o caso reales en relación al tema
elegido
Muchos
adolescentes coinciden que lo más difícil del encierro ha sido dejar el aula,
los amigos, las visitas familiares y la vida social, pero reconocen que han
aprendido a valorar más la unión familiar, a ser más organizados,
independientes en términos académicos y solidarios
Como por ejemplo está el caso de Sofia Rivas, estudiante de bachillerato en un instituto público. Ella nos comenta como le afecto la pandemia en su vida cotidiana su núcleo familiar se basa solamente en ella y su mama , que por motivos de la cuarentena no está trabajando de tiempo completo (le han reducido horas laborales )
Otros:














re lindo que les quedó
ResponderBorrar